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La pista de nuestro objeto de investigación se pierde en el Cata Krock (ver foto), por el momento es el último documento gráfico que poseemos del ilustre individuo palentino. Tras pasear su lustrosa figura por lugares tan dispares como Medellín, Bali o Villaeles de Valdavia, Merino se dejó ver en una fiesta en el norte de la península. Su estado, según testigos presenciales, era deplorable, estaba demacrado, hinchado (Síndrome Benicio del Toro) y en una espiral de autodestrucción que parecía no tener fin. Las últimas informaciones a las que ha tenido acceso la redacción de Hasta los weblogs, le sitúa en una clínica de desintoxicación llamada "Los Abanicos" cuya ubicación exacta aún no hemos podido determinar con exactitud. Un compañero suyo de clínica comentó a nuestro corresponsal Antonio Genil que su conducta era irascible, taciturna y desconcertante, sus palabras textuales fueron: "está como drogui, no se sabía si iba o venía". Tras este inquietante testimonio la angustia se apoderó de nuestra vocación periodística y luchamos sin tregua para averiguar algo más sobre su situación actual. En cuanto obtengamos nuevas informaciones las publicaremos sin demora. Si quieren conocer el desenlace de la historia, visiten perodicamente nuestro Blog.