Tras asesinar vilmente a nuestro corresponsal en Basora Antonio Senil, el inefable Merino, palentino ilustre, reaparece en la Carrera Nudista de Sopelana adjudicándose un triunfo sin paliativos que le aupa a la primera plana mediática a nivel internacional. Su caracter inquieto y su "savoir faire" le convierten en un hombre pluridisciplinar que lo mismo asesina al gran Toni, que se encumbra en una escalada sin límites a los altares.
Tras finalizar la prueba por la que recibió un calzón de felpa dorado y una bolsa repleta de sugus, Merino saludó a los allí congregados y compareció en una multitudinaria rueda de prensa para explicar los motivos de la muerte de nuestro reportero. Según el testimonio recogido por Arturo Baldasano, nuestro enviado especial en Sopelana, Merino se mostró satisfecho por la muerte de Senil, alegando que "hacía un bien a la humanidad", y añadiendo a continuación que "de no haber sido por un tal Mustafá, le hubiera metido hasta el fondo del ojal la vaporetta Polti". Posteriormente declaró no tener miedo a las represalias que la justicia pudiera tomar en su contra, ya que "llevo toda la puta vida haciendo lo que me sale de los cojones, tengo sumarios abiertos por tráfico de estupefacientes y de afluentes (pensamos que quiso decir de influencias, N.T.), blanqueo de capital, hurto con violencia, allanamiento de morada y varios delitos sexuales y aquí me tenéis, corriendo una prueba popular en pelotas". En todo momento se mostró arrogante y provocador, rozando incluso la insolencia.
En la redacción del blog hemos decidido firmemente vengar la muerte de nuestro compañero asesinado y hemos abierto una línea de investigación para esclarecer la impunidad jurídica que tiene este malechor. Como aperitivo les adelantamos que en la trama están implicados la hija del juez Garzón, una prima segunda de Polanco y la asistente del ministro Montilla. En cuanto podamos ampliar esta información, gustosamente se lo relataremos con pelos y pañales.
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