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El panorama político español rezuma una caótica mezcla de estupor, pena y asco. Ajeno a ello, Mariano Rajoy cabeza visible del PP se siente una marioneta dirigida por un sinfín de manos que le marcan rumbos diferentes, abocados todos ellos al limbo mediático y al barranco de la impopularidad.
Mariano es capaz de hacer cosas inverosímiles, lo mismo provoca la caída de un helicóptero (con él dentro), que se va a Galicia, su tierra natal, a colaborar desinteresada y activamente en la extinción de incendios sin buscar responsables políticos.
Pero en el pasado estreno de la película Torrente 3, Mariano llegó demasiado lejos en pos de los disputados votos de la ciudadanía patria y, previo consejo de su director de comunicación, posó ante los fotógrafos arropado por bellas señoritas desarropadas en una maniobra para ganar puntos de popularidad y perderlos del crédito de gran parte de sus propios compañeros de partido, que afiliados a diferentes sectas, leáse "Legionarios de Cristo" u "Opus Dei", pretenden mandarle a tomar pol culo y apartarle de la carrera a la conquista de las elecciones generales de 2008. Mariano que aunque se traba al hablar y no se le entiende un pijo, no es del todo bobo y oliéndose esta maniobra, tiene guardado un as en la manga del Mar Menor, según uno de nuestros confidentes dispersos por la geografía estatal, concretamente el humorista Jaimito Borromeo, Rajoy pretende crear un partido con los despojos del GIL, Tamayo, Saez y un tránsfuga de un pueblo de Guadalajara aficionado al alterne, al frente de la candidatura irá él acompañado por Marisol Yagüe, "persona solvente políticamente", según el actual cabeza visible de la oposición y contará en las labores ejecutivas con Tomás Reñones, con el que Rajoy se deshizo en elogios afirmando que "como sea tan inflexible en los despachos, como lo era en el lateral derecho del Atleti, tenemos la batalla ganada".
Desde la redacción de www.hastalosweblogs.com animamos a Mariano a que se lance a la aventura política en solitario, porque ese proyecto del que habla, la verdad es que tiene una pinta extraordinaria.